“Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón.” (Mateo 6:24 RVA)
Sagrado es todo lo que valoramos y deseamos con supremacía. Se asignan valores sagrados a todo lo que amenaza, protege o mejora nuestro estilo de vida. Lo sagrado florece en el miedo, la angustia y la finitud. Brinda esperanza, consuelo y capacidad de superar nuestras limitaciones. Por ejemplo, tememos a la muerte, al caos y al empobrecimiento. Todo lo que alivia esos temores conlleva una función sagrada (es decir que desempeña funciones divinas de Dios y opera como un ídolo). En este sentido, lo sagrado se corresponde con todo lo que nos da un sentido de poder, auto-orientación y trascendencia en relación con nuestras necesidades y temores, específicamente en relación con el impacto económico de la maldición del pecado (Génesis 3:15).
Nuevamente, el dinero, como manifestación de lo sagrado, es un medio para manejar los efectos económicos del pecado, por lo cual la avaricia es idolatría (Colosenses 3, 5) y la raíz de todos los males (1 Timoteo 6:10). El aspecto sagrado del dinero funciona en todos los sistemas económicos: trueque, mercantilismo, comunismo, socialismo, nacionalismo y capitalismo.
Por consiguiente, debido al pecado, casi nada escapa al poder del dinero. Casi todas las cosas y las personas pueden ser poseídas (compradas, vendidas y alquiladas). El dinero es mediador de casi todo. Está directamente relacionado con nuestra búsqueda obsesiva de la felicidad. Está relacionado con el bienestar psicológico, imágenes de éxito y fracaso, estatus y seguridad dentro de nuestras culturas.
El dinero es poder y es una especie de gracia pagana que nos da la capacidad de obtener las cosas que codiciamos. Proporciona un sentido de independencia y de orden. Garantiza la capacidad de controlar y dominar, en lugar de ser controlado y dominado. El dinero es protección en un mundo de pecado.
El dinero, como poder, representa regalos dados y recibidos como contrapartida, intercambio de regalos (y obligaciones), un medio de asegurar el crédito y el débito, un medio para obtener estabilidad, certidumbre, aprobación de pares y estatus. Es un medio para perpetuar el nombre propio y entrar en la «eternidad» mediante la entrega de una herencia y la filantropía.
El dinero desempeña una función religiosa en el sentido que cumple un propósito sagrado: intenta ejecutar la función divina de Dios, que es el único verdadero Proveedor y Protector (Mateo 6:24). Por eso el amor al dinero es idolatría y una violación al Primer Mandamiento (Deuteronomio 5: 7). Es también por eso que la seguridad y los placeres del dinero son tan fugaces: finalmente ningún ídolo puede usurpar el lugar de Dios (Jeremías 2: 12-13).
Las escrituras atestiguan que el dinero es sagrado:
- El amor al dinero resulta en el extravío de nuestra confianza: “Éste es el hombre que no consideró a Dios como su fortaleza, sino que confió en sus muchas riquezas y se mantuvo en su maldad.” (Salmos 52:7)
- La abundancia monetaria nos tienta a desafiar a Dios: “En sus pastos se saciaron y, una vez repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.” (Oseas 13:6. Ver también Deuteronomio 6:10-13)
- La riqueza nos tienta a deificarnos: «Tu corazón se ensoberbeció, y dijiste: ‘Yo soy un dios y estoy sentado en el trono de dios…”(Ezequiel 28:2)
- Las riquezas nos hacen sentir poderosos y aislados de los problemas de la vida: “Las riquezas del rico son su ciudad fortificada…”(Proverbios 10:15 )
Aquí hay algunas preguntas de seguimiento, para reflexionar:
- ¿Cuál es mi relación con el dinero? ¿El dinero es sagrado en mi corazón? ¿Sufro el amor por el dinero?
- ¿Cuál es la relación de mi familia con el dinero?
- ¿Cuál es la relación de mi iglesia con el dinero?
- ¿Cuál es la relación de mi ministerio con el dinero?
- ¿Cuál es la relación de mi negocio con el dinero?
- ¿Cuál es la relación de mi cultura con el dinero?
- ¿Cuál es la relación de mi gobierno con el dinero?
Este viejo anuncio de televisión para BMW es una representación interesante de la espiritualidad del dinero: