Tarde, mal y a rastras

Muy pronto, el Senado argentino votará la aprobación o el rechazo de una ley que busca liberalizar el aborto (previa aprobación de la Cámara de Diputados). La iglesia evangélica está sumamente alarmada ante la posibilidad de que este proyecto se legalice. Como ya lo vimos, se organizó una manifestación multitudinaria para el 4 de agosto. Escuché a un pastor instar a su congregación a participar porque, según dijo, los políticos miran los números. Debemos expresar nuestra oposición colectiva ante esta ley haciéndoles saber que no queremos esto. Citó una frase de una canción: “Este es el momento para actuar, en cada rincón, cada ciudad. Nuestra patria necesita actitudes decididas de cristianos que se jueguen de verdad.”

Y eso está bien. Debemos expresar nuestras opiniones sobre políticas públicas y ejercer nuestro deber moral y patriótico de mostrarle a la clase gobernante qué pensamos al respecto.

Ahora bien, ¿no será un intento muy débil? ¿No será demasiado tarde?

Los políticos saben que los evangélicos van a protestar, a hacer cacerolazos y a orar, pero también saben que, después de eso, volveremos a nuestro gueto espiritual y lamentaremos nuestro fracaso en silencio.

Para ellos, somos un grupo retrógrado y reaccionario, el partido del “no”. A sus ojos, nos oponemos al progreso social. Somos ignorantes y sólo reaccionamos cuando surgen cuestiones morales que nos ofenden. Tenemos pocas ideas constructivas para ofrecer en materia de políticas públicas, en cuanto a derecho, educación, seguridad, economía o salud, por ejemplo. No representamos una verdadera amenaza política para la clase gobernante y la elite cultural. No tenemos un lugar a su mesa en lo que refiere a la política y la práctica.

Tarde, mal y a rastras.

Quizás, deberíamos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Hasta qué punto esta crisis actual es nuestra culpa?

¿Dónde estaban los pensadores cristianos en temas de salud pública y ética social que pudieron haber sido una influencia cuando recién empezaba este debate sobre políticas públicas?

¿Dónde estaban antes los voceros cristianos elocuentes del Congreso, el gobierno o los medios?

¿Dónde estaban los intelectuales evangélicos que pudieron haber entablado un diálogo con las elites de Argentina?

¿Dónde estaban los estudiantes universitarios cristianos que buscan alcanzar un mayor nivel académico y sintieron un llamado a las misiones en el campo de la opinión pública?

¿Dónde estaban los evangélicos pensantes que pudieron haber expresado las cosas sobre las que la Biblia está a favor y no sólo en contra?

Me alegra que los evangélicos se estén haciendo oír en cuanto a esta nueva ley, pero me pregunto:

¿Será un intento muy débil? ¿Será muy tarde?

Consideremos detenidamente la siguiente declaración provocadora que hace J. Gresham Machen (1921), aplicable al debate actual sobre el aborto:

Las ideas falsas son los mayores obstáculos que impiden la recepción del Evangelio. Podemos predicar con todo el fervor de un reformador y, aun así, sólo ganar a algún rezagado de acá y allá, si permitimos que todo el pensamiento colectivo de la nación o del mundo esté controlado por ideas que, por la fuerza irresistible de la lógica, impiden que el cristianismo sea considerado más que un engaño inofensivo. Bajo tales circunstancias, lo que Dios quiere que hagamos es arrancar el problema de raíz… Lo que hoy es tema de especulación académica, ya está empezando a mover los ejércitos del mañana y a derribar imperios. En esa segunda etapa, ya ha ido demasiado lejos para que podamos combatirlo; el momento de detenerlo hubiera sido cuando todavía era un tema de debate apasionado. Por lo tanto, como cristianos, debemos tratar de moldear el pensamiento del mundo de tal manera que la aceptación del cristianismo sea más que un absurdo lógico.

Mirando hacia adelante, ¿hay entre ustedes algunos llamados a ministrar en la esfera pública, en el mundo de las ideas o en el campo de la política, las finanzas y la cultura? ¿Están dispuestos a prepararse intelectualmente, en el largo plazo, para “tratar de moldear el pensamiento del mundo” por la causa del evangelio, la Iglesia y la gloria de Dios?

De no ser así, la próxima vez que haya un debate crucial sobre políticas públicas, volveremos a lamentar haber llegado tarde, mal y a rastras.

Traducido por Micaela Ozores

5 comentarios

  1. Es absolutamente necesario para nosotros, entender la cultura en la que estamos inmersos, tenemos que comenzar por leer profunda y claramente nuestro tiempo y para lograrlo, tenemos dos aspectos muy importantes:
    Debemos empezar por conocer la verdad para poder evaluar las premisas sobre las que se fundamenta el pensamiento único de nuestro tiempo.
    Por otro lado, para poder hacer una lectura correcta, debemos prepararnos responsablemente de manera seria en la académia, equiparnos con el conocimiento necesario que nos permita presentar esa verdad a la sociedad de manera prospectiva y contundente, asi no llegaremos otra vez tarde, como nos suele suceder.

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  2. Asi es, pero tambien creo que hay una crisis organizacional de la Iglesia.
    En sus estructuras de procesamiento de la informacion, de analisis de situacion, de elaboracion de estrategias, planes, etc.
    No se puede depender solamente de los individuos.
    Debemos elaborar organizaciones que esten permanentemente evaluando la situacion estrategica de las naciones y el mundo

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  3. si apuntamos solo a » individuos» con gran conocimiento, pero sin una articulacion organizacional con capacidad operativa real, solo tendremos personas muy preparadas, sin estrategia, sin planes, sin organizacion, sin capacidad de respuesta, sin capacidad de anticipacion, etc, etc, etc.
    Por alguna razon la Iglesia es un Cuerpo, y un Cuerpo, tiene una organizacion perfecta, con transmision de informacion de pies a cabeza, redes neurales, circulacion de nutrientes, etc etc ( un medico podria explicarlo mejor )
    Estrategia, planes y manuales de operacion, son el alma matter de toda organizacion.

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  4. el » llegar tarde » es un claro sintoma de ineficiencias organizacionales.
    Cuando hablo de organizacion, me refiero a todos los aspectos, desde la organizacion interna, hasta la organizacion social que impactara en la sociedad. Sin esa organizacion, somos solo quijotes solitarios, peleando con molinos de viento.

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  5. les dejo unvideo muy util para pensar la estrategia ( no habla de Dios ni de iglesia ni nada parecido, pero aplica a toda organizacion humana)

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