Por qué no estudiamos teología

He sido profesor de muchos alumnos de distintos contextos, como por ejemplo, estudiantes universitarios no cristianos de Europa central, estudiantes de seminario que se preparaban para el ClimbLotsQuestionsStressministerio en Estados Unidos, creyentes de diversas denominaciones (por ejemplo, bautistas, presbiterianos y carismáticos), y también cristianos de Argentina. Basándome en mi propia experiencia, he observado que hay una serie de obstáculos que se presentan con frecuencia y van en contra de la educación teológica. Los detallo a continuación en un listado para que reflexionemos al respecto.

¿Alguno aplica a ustedes? (Tomen nota de los que sí).

Una actitud ingenua: Algunos prefieren no saber y se quedan en la ignorancia por elección propia.AnonymousCallerPhoneBagHideIdentity
Ser curiosos pero no comprometerse: Muchos buscan un entretenimiento intelectual, pero no están dispuestos a disciplinar su mente y someterse a un plan de estudios organizado.
Comprometerse pero no ser disciplinados: Muchos ven el aprendizaje como un restaurante al que van y consumen lo que más les gusta, en lugar de someterse a una dieta equilibrada y nutritiva.
El orgullo intelectual: Algunos piensan que ya saben lo suficiente o que saben bien cuál es el camino hacia el conocimiento.
Un espíritu independiente: Algunos tienen un acercamiento a la educación teológica que está determinado por lo que es más fácil o por lo que se puede aprender por cuenta propia y sin la necesidad de rendir cuentas de su actividad intelectual a ninguna autoridad o tradición.
El acercamiento consumista: Algunos “van de compras” en busca de conocimiento, modalidades de aprendizaje y maestros que se ajusten a sus preferencias “de consumo”. Cuando el aprendizaje se vuelve difícil o tedioso, se van “con su dinero” a otra parte.
La pereza: Algunos no están dispuestos a hacer sacrificios o a pagar el precio del aprendizaje.
ManSitBackRelaxHappyContentEstar demasiado atareados: Algunos se ven sobrepasados por el trabajo o están demasiado comprometidos a cumplir con las expectativas de los demás.
La trivialidad: Algunos se ven condicionados por la tecnología. Están tan acostumbrados a aprender por medio de audios y videos que las lecturas, las tareas escritas y la reflexión profunda los superan.
La pasividad: Algunos se limitan a cumplir el rol que les asigna la sociedad: la simplicidad intelectual, la religiosidad individual y la espiritualidad subjetiva.
La dicotomía sagrado vs. secular: Algunos se atienen al secularismo moderno, que proclama que la espiritualidad y la cosmovisión son cuestiones individuales y puramente personales.
Los obstáculos sociales: Muchos se distraen con las demandas de la cultura (los deportes, las fiestas, la religión y la familia).
El antintelectualismo: Algunos se resisten al estudio y la reflexión porque su tradición religiosa minimiza la WomanShrugnecesidad de estudiar teología y pensar la fe.
El fundamentalismo: Algunos se oponen al estudio porque se aíslan del mundo y no interactúan con la cultura y la cosmovisión.
La capitulación: Algunos abrazan el relato posmoderno y el mito del progreso. El pasado es irrelevante, la autoridad es cuestionable, la autenticidad personal es inalcanzable y todas las perspectivas son igualmente válidas.
La resistencia espiritual: Algunos rechazan o posponen la educación teológica porque se trata de una batalla espiritual que están perdiendo por varios motivos (enumerados antes).

2 comentarios

  1. Podría decir que me siento identificada en muchos de los puntos, pero reconozco que es una pena que la gran mayoría de las personas que conozco, están en la misma situación: no ver la necesidad de hacer un estudio sistemático que aborde este tema tan importante para TODOS los crstianos.

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  2. Estoy de acuerdo en lo dice este comentario, coincido totalmente. Yo me encuentro en un camino de lucha cada día, tratando de vivir su Palabra, por cierto no es fácil, pero sí totalmente gratificante y esperanzador.-

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